― Carlos, después de toda tu experiencia al lado de Perón, de tu presidencia en la Cámara Argentina-China, ¿cómo crees que debe ser la relación que el peronismo tiene que tener, en el nuevo escenario mundial que estamos viviendo, con China, con Rusia, con EE.UU.? ¿cómo debemos relacionarnos con estas potencias sin perder los principios justicialistas?
― Perón se carteaba con Mao, eran las tres A: Asia, América y África. En Asia estaba Mao, en África estaba Nasser y en América estaba Perón. Era la tercera posición, “ni tantos ricos ni tantos pobres” era el slogan. Estos tres grandes hombres estaban en esa temática; ni en un polo ni en el otro; ni yankee ni marxista, justicialista.
El 18 de abril de 1972, yo lo llevo a Perón a una reunión en el hotel Champs-Elysées con una delegación china, porque los chinos no podían entrar a España. Yo escuché todo lo que hablaron los chinos con Perón ese día y dije: “este es el gran país del futuro”. Y después de esta reunión, nos quedamos unos días en el hotel y en un almuerzo, Perón me dice:
“Carlitos, usted tiene que ir a China. ¿Por qué? Porque usted tiene que poner una fábrica de gomines, de los de bicicleta porque, como allá hay 1.600 millones de bicicletas, usted va a vender 3.200 millones de gomines. Y como usted es un gran empresario, me decía que yo era Miguel Miranda, va a hacer mucho dinero en China”.
11 años después, en el ‘83, a razón de que me habían postulado para la secretaría política, con Lorenzo Miguel, una serie de dirigentes gremiales más y algún empresario, se arma esa ida a China. Encuentro un pueblo pobre, pobre, daba lástima de verlos, todos vestido igual con el uniforme de Mao.
― Claro, justo es el período después de la Revolución Cultural y antes de la llegada de Deng XiaoPing.
― Claro. Sin embargo, yo pensé: “este pueblo surge”. Y yo nunca dejé de ir 2 o 3 veces por año a China, a partir del ‘83. En el ‘84 creamos la Cámara Argentino-China, con un empresario, en aquella época, más importante que yo. Integramos la Cámara, después de un tiempo aparece la familia Werthein, Werthein es presidente de la Cámara muchos años, China le da un crédito muy importante a Werthein por ser presidente de la Cámara; con eso, Werthein levanta el Banco Comercial y empieza a hacer cualquier fortuna.
Después, Menem le dió la caja y todo lo que tiene esa familia. Y bueno, yo estuve siempre al lado de Werthein, lo respeté mucho pero a la Cámara se iba una vez por mes a tomar café, nada más, no se hacía nada.
Y cuando Werthein quiere dejar, cuando cumple 94 años, yo hago una lista, había 3 listas, la mía gana por consenso total después, los otros no se presentan y desde ahí estamos en la Cámara Argentino-China. Ahora tenemos un núcleo de gente jóven, como Emanuel (Emanuel Fernández, presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara Argentino-China), profesionales que están trabajando mucho en la Cámara.
¿Cuál es la solución para Argentina? China. ¿Por qué? Porque China necesita alimentos y Argentina es el más indicado para darle alimentos. Acá, ayer me hablaban de unos criaderos de cerdos que hay en Córdoba, hay que estar mucho con el tema cerdo. El tema vacuno no tenemos suficientes vacas para mandar, hay que buscar la forma de tener más producción vacuna. Hay que explotar el litio, pero a través de una fábrica de baterías, y no vender el litio sólo. Yo ayer estuve con el gobernador electo de La Rioja, me pidió que, cuando esté, vaya para allá y que llevemos a algún representante chino; vamos a llevar al embajador y vamos a ver cómo se pueden explotar las minas de ahí. Se puede hacer energía fotovoltaica, por el sol tan fuerte que hay en La Rioja. También hay muchos vientos buenos, se puede hacer un parque eólico importante, hay que estar trabajando con esas energías limpias. Y todo esto lo podemos hacer con los chinos.
Los chinos tienen toda la plata del mundo para poner en emprendimientos. A este gobierno (el de Mauricio Macri) no le puso porque este gobierno le mintió a los chinos, le achicó las represas de Santa Cruz,
― Si, básicamente no les respetó lo que estaba acordado
― Nada, nada.
― ¿Qué percepción tienen ellos de la Argentina?
― Los chinos nos quieren a los argentinos. Nos quieren por el fútbol, nos quieren por la carne. Para ellos Perón era Mao, era un grande. En China han leído a Perón. Los chinos confían mucho en nosotros. Además, los chinos saben que la situación geográfica en la que se encuentra Argentina, al fondo del mundo, sabiendo que vamos a poder producir alimentos sanos y limpios, y que no tenemos invasiones acá, como sucede en Europa, que entran de todas partes, gente que no tiene tierra. Pero acá hay que poblar la Argentina, poblar la Patagonia, porque van a pasar 20 años y ustedes ven a ver lo que yo les cuento hoy. Si no la poblamos nosotros, vamos a ser invadidos.
Entonces, con China hay que hacer convenios, para poder traer colonos; de cualquier parte del mundo, que quieran venir a trabajar, familias, colonos. Darles el lugar, darles la tierra, de acuerdo a lo que exploten: 10 hectáreas si es un vivero, 100 hectáreas si es verdura y fruta, 1.000 hectáreas si son granos y 5.000 hectáreas si es ganadería. Darles una casa y darles herramientas, darles posibilidades y producir. Así salimos.
― ¿Cómo es la relación esa y la relación con EE.UU. a la vez?
― EE.UU. siempre oprime, siempre está encima de los gobiernos y siempre maneja todo lo que quiere manejar. China nunca invadió ningún país, China respeta la política interna de cada país, no se mete. Y lo que quiere China, vuelvo a repetir, es alimentos. Ya hay 450 millones de chinos que pueden gastar, llamemosles clase media, que antes no podían gastar. Ahí se incorporan 45 millones todos los años, es una Argentina completa.
Ahora, en un plan de Xi Jinping, dice que va a sacar de la pobreza a 800 millones de chinos. Hay 1.200 millones de pobres, todavía. Toda esa gente que sale de la pobreza, nunca comió carne, no tomó vino, le faltó siempre de todo, no tienen vasos; entonces, van a comprar vasos, una camisa, y después van a comprar un lavarropas, una cocina, un microondas y, después, se van a comprar los mejores coches; hoy, los chinos tiene los autos más caros del mundo porque es gente que nunca tuvo nada y que, al tener plata, ésta es el elemento que les dá bienestar. Los chinos tiene dinero y lo gastan, no como otros que son avaros y amarrocan, no gastan, Es un pueblo que gasta, por eso China es la mejor oportunidad que tiene el país.
A China va a ir un chico joven, muy capaz, que es Sabino Vaca Narvaja, muy buen chico. Conoce culturalmente a China, ha leído mucho sobre China, lo vamos a apoyar nosotros mucho en la parte comercial, que es lo que necesita. Ha sido muy buena la elección de mandarlo a él a China.
China es nuestra solución, hay que trabajar con China.
― ¿Ves algún riesgo que debamos prever?
― Ninguno. Los chinos no invaden.
― No, pero me refiero en materia productiva
―Ellos necesitan comer, necesitan llevarse alimentos. Y van a poner la plata para explotar las minas y para irrigar el campo. Hay campos inmensos que vos le tenés que poner agua nada más; le ponés agua, tirás una semilla y crece, porque son tierras vírgenes.
― ¿Y para el sector industrial argentino?
― Perfecto, ellos quieren hacer joint ventures, asociarse con empresarios argentinos para poner el dinero que necesiten para aumentar la producción y poder exportar.
― ¿En qué áreas?
― En todas. A los chinos les interesa todo.
― ¿Vaca Muerta?
― Lógicamente. Ya hay dos empresas, una que está con Bulgheroni y que tiene el 50%, y la otra es Sinopec, que está en Ushuaia y que está trabajando allá. Y van a venir más, hay 10 o 20 empresas chinas que pueden venir.
― ¿No crees entonces que EE.UU. vaya a intentar frustrar los acercamientos con China?
― Que venga y dé créditos de la manera que necesitamos, que no sean extorsivos, que den plazos importantes y que inviertan.
― No, porque generalmente suelen ser extorsivos
― No hay que cerrarle las puertas a nadie pero vos me preguntás por el mejor aliado y, hoy, el mejor aliado es China.
― ¿Y Rusia, en este escenario con China?
― Y Rusia tiene que respetar a China y puede también comprarnos alimentos.
― Hay una asociación que se había empezado, en su momento, con Rusia
― Si, hubo siempre acercamientos con Rusia. Con Bravo, de San Juan, que fue embajador de Perón, el hijo de él fue embajador en Rusia y hubo acercamientos, los rusos hicieron inversiones. Es interesante. Si los rusos quieren invertir, bienvenido sea.
Cuantas más inversiones hay, más competencia para invertir hay, porque el que invierte dice: “si está el chino, el norteamericano, el italiano, el alemán y el francés”, el ruso también va a querer estar. O al revés. Van a venir inversiones. Hay que poner la rueda en marcha.
― En estos últimos 4 años, respecto del hecho de que se privilegió lo financiero y lo productivo quedó en segundo plano, ¿tiene algún tipo de opinión al respecto?
― No, lo financiero fue que enriquecieron a los bancos, como siempre, hicieron grandes negocios los amigos, trajeron plata que la sacaron por afuera, se llevaron u$s 127.000 millones que no sabemos donde están. Macri tiene peajes, empresas hidroeléctricas, gasíferas y todos tiene testaferros y amigos, como Caputo, que se han enriquecido.
Van a desfilar por Comodoro Py. Van a tener que decir que hicieron con el Correo. Del Correo deben 850 millones de dólares de aquella época, porque no pagaron el canon nunca.
Yo me opuse a la licitación del Correo, porque yo era uno de los cuatro que se presentaron, porque estaba viciada de nulidad la licitación. Borgonovo, que en la época de Menem estaba en la Oficina Legal y Técnica, me llama un día y me dice: “mirá, vos estás diciendo pero vos, para decir y hacer, tenés que poner 500.000 dólares”. Y yo puse 500.000 dólares para hacer la queja. Nunca me llamaron y nunca me devolvieron los 500.000 dólares. Entonces, si acá se arma el quilombo, yo puedo aparecer como tercero, hacer una tercería y meterme y empezar a pegar palos. Porque a mí me deben esos 500.000 dólares, que no se cuanto es hoy, pero a mí no me interesan los dólares. Yo cumpli y Macri no cumplió. Porque el pliego decía que tenía que cumplir y yo, para decir que estaba viciada de nulidad, tuve que poner los dólares porque el pliego decía “si usted quiere oponerse, tiene que dejar una garantía”. Le dieron el Correo a Macri, que era socio de Yabrán en aquel momento. Después, cuando muere Yabrán, se queda él con todo.
Siempre fueron así, los Macri vivieron del país. Ayer había dos personas muy amigas de Macri, del hijo, uno de ellos conocía muy bien al padre también; nos reunimos todos los jueves a cenar hace 20 años, siempre viene algún invitado, y ayer vino este muchacho, muy conocido y el otro que estaba ahí también. Y en un momento, uno de ellos lo entra a defender a Franco Macri, que era un grande, que había venido de albañil, y yo le dije: “sí, pero, en realidad, era un hijo de puta si siempre vivió del Estado”. Por eso, él no quería que el hijo fuera Presidente, porque dejaba de hacer negocios por incompatibilidad. Cuando Duhalde le ofrece a Macri la presidencia, le dijo no. Después se metió en política, formó el Pro y demás.
El Pro es una muy buena idea, que yo la tuve en 1972 e hice el EDIDE (Ente de Instituciones y Dirigentes de Empresas) pero era el Pro más elaborado, mejor pensado, con planes y que tenía que ser dentro del peronismo. Este hizo el Pro afuera, por eso le fue como le fue. En mi libro están los estatutos del EDIDE, la Carta Orgánica y están los miembros que, en aquel momento, eran los número uno del país, los que son ahora Caputo y todos estos chantas que tenía Macri al lado. Eran los empresarios y militares en actividad de aquella época, Monseñor Quarracino y la Iglesia de aquella época, los sindicatos. Estaban todos. Yo había juntado todo el espectro social del país en esa entidad. Pero el señor Gelbard, un gran zurdo, con López Rega se juntaron para destruirlo y no pudimos hacerlo. Después se murió Perón, lo mataron, no lo dejaron vivir y bueno, así es la historia de nuestro país.