A la hora de analizar el desarrollo de la Argentina Liberal, una de las cosas que es importante destacar es que en la imposición inicial del modelo –después de la caída de Rosas- hubo objetivamente Ganadores y Perdedores.
Ese país que se construyó a partir de 1853, y con mucha más fuerza desde 1862 hasta 1865, con la presencia de Mitre, hubo éxitos innegables. La Argentina consiguió los dos objetivos prioritarios que Alberdi se había planteado: Insertarse en el Mundo como productor de materias primas –en asociación con Europa pero principalmente con Gran Bretaña, eso fue un indiscutible éxito de la estrategia Liberal. Éxito porque pudo llevarse a cabo, porque se pudo desarrollar y se pudo consolidar.
Y el Segundo gran éxito fue el que los liberales llamaron eufemísticamente El Progreso Argentino. Esos años se vieron surgir en el Río de la Plata en particular pero en todo el país en general signos inequívocos de desarrollo económico y progreso. Desde el ferrocarril hasta la construcción de puertos y sobre todo desarrollo agrícola de exportación.